domingo, 7 de noviembre de 2010

"MIGUEL HERNÁNDEZ Y LA MEMORIA"

Miguel hernández hubiera cumplido 100 años el pasado 29 de octubre. Las fechas son eso...simplemente excusas del recuerdo. A veces totalmente redundante, otras citas oportunas para rescatar del baúl fantasmas demasiado vivos para permanecer encerrados en el.
Una manera de hacer cotidiano un personaje es utilizando su nombre para bautizar un emplazamiento público como ha ocurrido en nuestra localidad donde a partir del pasado sábado existe una plaza llamada “Miguel Hernández”
Como él mismo escribía a Vicente Alexandre: “nuestro cimiento seré siempre el mismo :la tierra. Nuestro destino es parar en las manos del pueblo. Solo esas honradas manos pueden contener lo que la sangre honrada del poeta derrama vibrante”
Cuando está más vivo que nunca el debate de la memoria histórica , yo reflexiono sobre lo que realmente se debía revindicar con este derecho. Los argumentos públicos siempre giran alrededor de polvo enterrado, huesos huérfanos que abonan y cimientan el suelo. Voces contrarias apelan a la ruptura de la cordialidad si los trapos malolientes salen del baúl del desván donde se los comen las polillas.Sin embargo leyendo a Miguel Hernandez( leyendo la voz antigua del pueblo) se me envalentona el alma , la boca me sabe a tierra y puedo percibir no la voz de un pueblo sino la voz de las propias raíces que reivindican su primacía e importancia. Mas que desenterrar es importante saber lo que pisamos , recuperar ese sentimiento de identidad y de dignidad que tiene quien sabe que la raíz es la vida. Es fácil no querer entrar en polémicas antiguas cuando la victoria de la contienda te proporciona el pasaporte a tu casa, te da la legitimidad del hogar. Sin embargo la derrota hipoteco el suelo de los vencido, desterrandolos a otras países o expropiandolos de su identidad y condenandolos a vivir de caridad en su propia casa. Todos eran españoles, todos vivían en un mismo país, todos querían y trabajaban la tierra, pero sólo los vencedores fueron sus propietarios; dueños de un país, una bandera, un himno , un color... La memoria histórica no debe hablar de excavar la tierra en busca de huellas , si no de enorgullecerse y recordar un sentimiento y una voz que una guerra enterró y silenció

“Tierra : tierra en la boca, y en el alma, y en todo.
Tierra que voy comiendo,que al fin ha de tragarme.
Con más fuerza que antes volverás a parirme,
madre.
(…)
Familia de esta tierra que nos funde en la luz,
los más oscuros muertos pugnan por levantarse,
fundirse con nosotros y salvar la primera
madre.

España piedra estoica que se abrió en dos pedazos
de dolor y de piedra profunda para darme:
no me separarán de tus altas entrañas,
madre.”

( Madre España)
Miguel Hernández.






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