martes, 8 de marzo de 2011

LA VIDA EN UN DÍA

No me gusta tener un día especial. No me gusta que en el calendario el malva tinte únicamente un día de Marzo. Huyo de cifras y de melodías reivindicativas que suenan por el aire el mes en que corremos para dejar atrás el invierno. Tener un día para celebrar, significa que hay 364 en el que la causa hiberna en la cueva dormida. Por suerte esta fiera está viva y hace tiempo que se dio cuenta que una cueva no es lugar para vivir. Hace tiempo que la fiera prefiere los peligros y la aventuras de la selva...

Hay miles de historias de mujeres valientes y dignas, miles de historias para admirar y premiar...Pero mas allá del diploma en el acto , hay cotidianidad , hay un día a día donde se teje la maraña de la vida, donde se construye la historia, donde simple y milagrosamente somos.

Habrá un día en que la medalla será mirarnos por la mañana al espejo y sentirnos libres y dueñas de nuestra vida, Habrá un día que la fiesta será mirar a los ojos a cualquiera que se cruce en nuestro camino, sin condescendencia, ni paternalismo…No es necesario tener ventaja, todos deberíamos empezar la carrera desde el punto de salida.



SÓLO DOS ESTRELLAS...
 
En mi cuerpo puedes plantar
todos los cardos ,
pero estate seguro
de que en mi lejana tierra
hay un semillero
suficiente para echar hojas toda la vida
 
el río de las palabras puedes parar,
pero estate seguro
de que mi savia
fluyen fuentes ocultas
que me bastan para arrasar todos los desiertos del silencio.
 
Mi mar puedes someter,
mis olas ordenar, tejer para mi desnudez
un cuerpo con los restos de la estepa,
pero estate seguro
de que las olas me inundan en cada palpitar,
que me colman para ahogarme en las profundidades.
 
Mis heridas puedes regar,
cuidarlas con embriaguez y lentitud,
pero estate seguro
de que un día basta para disipar todas mis penas
y nacer en cada amanecer
 
Mi cielo puedes apagar,
recoger mis luceros
para tejer tu cielo enojado,
pero estate seguro
de que tengo dos estrellas que protejo
como lo hizo Dubyani en su lenta noche,
y que con ellas me sobra
para elaborarme un mundo de luz.


IKRAM ABDI

contador de visitas