miércoles, 17 de noviembre de 2010

SI BILLY WILDER ERA DIOS ¿BERLANGA SERÍA UNO DE LOS APÓSTOLES?

Una película es la mezcla de muchos ingredientes. Una  película no sólo  depende de un director o un determinado actor estrella (y si es así, posiblemente no sea una buena película). Particularmente siempre he admirado a los guionistas (siempre y cuando la historia no sea una adaptación de un libro, caso en el que el guionista pierde valor) “a los poco valorados guionistas”  a esos engendradores de historias que hacen posible el comienzo de algo. Sin historia no hay película y aunque un buen guión no garantice una película buena, siempre lo facilita.
Así pues es de justicia divina, que al recordar las mejores películas de Berlanga, gran parte de mi admiración vaya destina  Rafael Azcona, guionista habitual de la filmografía de Berlanga. Realmente ambos formaron una buena asociación, para mi “el verdugo” y “Placido” junto con “Muerte de un ciclista”, 7 días de enero” (ambas de Bardem) , “Viridiana” (una de las pocas españolas de Buñuel) y “El espíritu de la colmena” son las  más sobresalientes películas del cine español.
Pero como hoy el homenaje le pertenece al director tristemente fallecido, voy a hablar de una película menos conocida cuyo guión no estaba firmado por Azcona. Estoy hablando de “Novio a la Vista” estrenada en el año 1954, dos años después de “Bienvenido Míster Marshall”.  Hace poco vi esta película  en un canal temático de cine. Realmente fue una suerte toparme con ella porque  nunca había oído hablar de la misma.                                                                    
La película cuenta  las peripecias de un grupo de familias acomodadas que se van de veraneo en 1918. Uno de los fines de las vacaciones es emparejar a las muchachas casaderas con buenos partidos. Esto es lo que le sucede a Loli, que su madre y sus tías deciden que ya es lo suficientemente mujer para abandonar los juegos infantiles y para buscarse un buen novio. Ella se niega en rotundo y su pandilla la secuestra, para exigir que Loli pueda seguir siendo una niña (cuyas únicas preocupaciones sean los juegos y las travesuras)  y no una adulta  con tacones y presentaciones en sociedad. La película tiene todos los ingredientes que Berlanga solía usar en sus producciones (ironía, crítica  social en general y a la burguesía en particular, burlas disfrazadas, personajes caricaturescos…) pero todo regado con una gran dosis de inocencia y ternura…  
Si un director trabaja con varios guionistas y todos los resultados son buenos, la formula  te muestra que quizás ese director esté por encima de la historias, porque las historia las transforma él con sus herramientas y su talento. Me rindo ante Berlanga, me rindo ante una persona que trabajó contracorriente, con la crítica comiéndole los oídos y la censura golpeando sin cesar a su puerta. Es de una inteligencia  apreciable trabajar sin libertad, coaccionado por el poder. Hay que tener mucha fuerza y seguridad para no dejarte llevar por los demás, para no rendirte ante las negativas y buscar medios alternativos  para expresar y contar aquello que verdaderamente merece la pena contar. Otros se fueron, emigraron a Francia o  México y desde allí  criticaron y crearon con relativa libertad, pero él se quedó y por difícil que parezca consiguió hacer algo grande y retratar como nadie la opulencia y la miseria  desde la inocencia y  la más amarga ternura.

domingo, 7 de noviembre de 2010

"MIGUEL HERNÁNDEZ Y LA MEMORIA"

Miguel hernández hubiera cumplido 100 años el pasado 29 de octubre. Las fechas son eso...simplemente excusas del recuerdo. A veces totalmente redundante, otras citas oportunas para rescatar del baúl fantasmas demasiado vivos para permanecer encerrados en el.
Una manera de hacer cotidiano un personaje es utilizando su nombre para bautizar un emplazamiento público como ha ocurrido en nuestra localidad donde a partir del pasado sábado existe una plaza llamada “Miguel Hernández”
Como él mismo escribía a Vicente Alexandre: “nuestro cimiento seré siempre el mismo :la tierra. Nuestro destino es parar en las manos del pueblo. Solo esas honradas manos pueden contener lo que la sangre honrada del poeta derrama vibrante”
Cuando está más vivo que nunca el debate de la memoria histórica , yo reflexiono sobre lo que realmente se debía revindicar con este derecho. Los argumentos públicos siempre giran alrededor de polvo enterrado, huesos huérfanos que abonan y cimientan el suelo. Voces contrarias apelan a la ruptura de la cordialidad si los trapos malolientes salen del baúl del desván donde se los comen las polillas.Sin embargo leyendo a Miguel Hernandez( leyendo la voz antigua del pueblo) se me envalentona el alma , la boca me sabe a tierra y puedo percibir no la voz de un pueblo sino la voz de las propias raíces que reivindican su primacía e importancia. Mas que desenterrar es importante saber lo que pisamos , recuperar ese sentimiento de identidad y de dignidad que tiene quien sabe que la raíz es la vida. Es fácil no querer entrar en polémicas antiguas cuando la victoria de la contienda te proporciona el pasaporte a tu casa, te da la legitimidad del hogar. Sin embargo la derrota hipoteco el suelo de los vencido, desterrandolos a otras países o expropiandolos de su identidad y condenandolos a vivir de caridad en su propia casa. Todos eran españoles, todos vivían en un mismo país, todos querían y trabajaban la tierra, pero sólo los vencedores fueron sus propietarios; dueños de un país, una bandera, un himno , un color... La memoria histórica no debe hablar de excavar la tierra en busca de huellas , si no de enorgullecerse y recordar un sentimiento y una voz que una guerra enterró y silenció

“Tierra : tierra en la boca, y en el alma, y en todo.
Tierra que voy comiendo,que al fin ha de tragarme.
Con más fuerza que antes volverás a parirme,
madre.
(…)
Familia de esta tierra que nos funde en la luz,
los más oscuros muertos pugnan por levantarse,
fundirse con nosotros y salvar la primera
madre.

España piedra estoica que se abrió en dos pedazos
de dolor y de piedra profunda para darme:
no me separarán de tus altas entrañas,
madre.”

( Madre España)
Miguel Hernández.






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